Nolito sigue teniendo su duende, #LVN4
El andaluz sigue siendo clave en este Celta, los números no mienten
Antes de nada, agradecimientos a Driblab (link a su Twitter oficial y a su Twitter en castellano) por facilitar los datos para la pieza. Follow más que recomendado.
La temporada 20/21 en el Real Club Celta está marcada por la apuesta por la juventud. Desde la presentación de las camisetas -con Miguel Rodríguez y Gabri como modelos- hasta la disputa de la UEFA Youth League por parte del Juvenil, pasando entremedias por el morbo del filial jugando en A Coruña o las convocatorias plagadas de canteranos en Primera División. El covid-19 ha traído irremediablemente la necesidad de apostar de nuevo por la cantera, dando oportunidades a jugadores que en otro tiempo estarían tapados por fichajes “de relleno”, jugadores de rotación para salir del paso en caso de imprevisto.
Si bien es cierto que la apuesta es real - Carreira, Fontán o ahora Lautaro poco a poco van entrando en el equipo - existe otra cuestión que es innegable: Iago Aspas y Nolito siguen canalizando todo el peligro del equipo, algo que parece que el celtista tiene normalizado pero no deja de ser destacable. Dos jugadores de 33 y 34 años respectivamente siguen abriendo defensas rivales en el fútbol de la revolución física y los GPS.
En este momento de dulce que vive el equipo vamos a profundizar un poco en el rendimiento de uno de ellos, Manuel Agudo Durán. ¿Por qué? Primero, porque es el que pasa más “desapercibido” de los dos. Segundo, porque profundizar en el de Moaña podría generar un texto de varias horas, así que lo dejaremos para más adelante.
El extremo andaluz llegó a Vigo entre dudas que le han acompañado siempre en su carrera, acentuadas ahora que los años van pasando. ¿Le da el físico para jugar al más alto nivel? ¿Tiene velocidad para Primera División? ¿Puede desequilibrar con 34 años?
La sensación es que con Nolito sucede una cosa. Su extraordinario rendimiento en la primera etapa basado principalmente en encarar y disparar tapa otra de sus grandes características: el último pase. Siempre ha sido considerado un futbolista “chupón” e individualista, sin embargo su capacidad para el pase filtrado es de élite. En esta fase de su carrera -ya sin su capacidad de desborde característica- apenas encara en el último tercio. Aún así, puede sostenerse a buen nivel exclusivamente con su visión de juego y golpeo de balón.
Para que esto sea posible necesita -evidentemente- un entorno adecuado. Sin ánimo de caer en la crítica a Óscar García una vez más, en este caso resulta inevitable. El Nolito que juega a 60 metros de la portería rival es prácticamente inútil. Puede lanzar algún balón al espacio a Aspas (lo hacía), pero por lo demás es casi jugar con uno menos. Cuando el Celta robaba en área propia, el andaluz no es una opción para salir a la contra, por lo que al final termina perdido durante todo el partido. No es casualidad que su mejor actuación con Óscar fuese el día del Valencia, un partido en el que sí se jugó en campo rival.
En el Celta de Eduardo Coudet recibe en posición de peligro 6-7 veces por mitad, permitiéndole arriesgar y fallar sabiendo que tarde o temprano llegará la ocasión. De esta manera surgen el remate de Olaza en el área de San Mamés o el 1-0 ante el Cádiz el otro día. Ahí sí es todavía determinante el atacante celeste, bastante más que otros jugadores que han pasado por esa posición en los últimos años (Sisto, Boufal, Hjulsager, etc).
El gaditano ha hecho su carrera en ese vértice del área, generando todo tipo de ventajas para su equipo única y exclusivamente desde esa posición. Existen poquísimos casos así en el fútbol de élite. En el siguiente mapa de tiro de Driblab podemos apreciar esta característica con sus disparos esta temporada (en blanco aquellos que han terminado en gol). Nolito es alérgico a la franja derecha del campo.
A pesar de haber dado únicamente una asistencia de gol en esta liga, su agregado de expected assists (xG asistido) es de 2.61, lo que le sitúa como el séptimo jugador de la competición en esta clasificación. Por delante de él tan solo jugadores excepcionales como Aspas, Lionel Messi, Jordi Alba o Jesús Navas, lo que habla muy bien del andaluz. A poco que la efectividad del equipo vaya creciendo como en las últimas jornadas, Nolito podría firmar estadísticas espectaculares para un futbolista de su edad.
En los siguientes diagramas podemos observar la distribución de varias estadísticas relacionadas con la creación de peligro. En ellas se aprecia cómo los números subyacentes del jugador del Celta son absolutamente de élite en cuanto a generación de fútbol se refieren. En el primero de ellos se cuantifican las ocasiones creadas, en el caso del andaluz prácticamente 2 por partido. Repetimos, cifras muy serias para un equipo de media tabla.
En este segundo diagrama se tienen en cuenta los pases clave a lo largo del partido. En este aspecto vemos como el gaditano se encuentra muy cerca de jugadores como Ilkay Gündogan o Marco Verratti, futbolistas con un valor de mercado entre los 40 y 60 millones de euros según la web “Transfermarkt”. Recordemos que Manuel Agudo retornó al Celta prácticamente a coste cero tras desvincularse del Sevilla, por lo que en el momento económico que vive el fútbol esta operación puede calificarse vulgarmente de chollo.
Dejando de lado la faceta imaginativa, el único pero del sanluqueño tiene que ver con su efectividad de cara a portería, lunar que viene arrastrando desde su retorno a Vigo. En la memoria queda ya como un susto de los malos aquel fallo ante el Barcelona con 2-2 en el marcador, error que pudo condenar al equipo al infierno de la Segunda División (no por culpa de Manuel, obviamente). Desde ahí, el andaluz tampoco ha estado todo lo fino de su primera etapa, con fallos inexplicables especialmente los días de Valencia o Granada.
Nolito es actualmente el séptimo jugador de LaLiga en disparos a puerta (13 de los 20 que ha efectuado) mientras que en la lista de goleadores se encuentra en el puesto 22º. Se trata de un aspecto en el que tiene margen de mejora, aunque en su defensa es necesario afirmar que su expected goals es de 2,87, cifra acorde a los tres goles que ha convertido en el campeonato liguero.
Siendo este su gran aspecto a mejorar en lo que queda de temporada, es inevitable reparar en un dato demoledor: Nolito ya ha marcado los mismos goles (3) en esta liga que los 4 hombres que ocuparon la banda izquierda en las distintas fases de la temporada pasada juntos (Denis, Sisto, Brais, Juan Hernández). Partiendo de ahí, es evidente que la llegada del jugador andaluz ya ha supuesto una mejora en la producción ofensiva del equipo.
Para terminar de manera práctica y sintetizar un poco todo lo que hemos ido contando es muy útil la información que aporta este radar (también de Driblab) que sitúa a Nolito en determinados percentiles de la distribución de las métricas estadísticas principales. La distribución aglutina a todos los jugadores de las cinco grandes ligas con al menos 500 minutos disputados. Para entendernos, cuanto más alejado del centro del radar, mejor. Así, observamos como sus números en cuanto a Ocasiones Creadas, Pases clave en juego o Contribución Goleadora son absoluta élite en Europa.
En resumen, el rendimiento del atacante celeste es extraordinario en cuanto a generación de peligro en el último tercio. Se aprecia también su bajada de nivel en el regate, aquello que le catapultó al Manchester City en su día y tantas veces maravilló a Balaídos. Como hemos ido detallando, ya no es diferencial en esa faceta. Sin embargo, y siguiendo con el leitmotiv de este texto, no le impide ser un futbolista de mucha utilidad para el RC Celta.
Por ir concluyendo esta -a nuestro juicio- interesante pero extensa pieza hay que recordar que la llegada de Nolito en junio se tomó más como un subidón anímico que futbolístico. Volvía el simpático futbolista que encandiló en su primera etapa para revivir a un grupo hundido tras aquel empate en Valladolid. En cierta medida así lo fue, dos días después el Celta endosaría un 6-0 al Alavés en la victoria más clara de la temporada. Sin embargo, una vez que ha ido cogiendo su punto de forma entre la pretemporada y la disputa de partidos, esta temporada ha vuelto a destaparse como un jugador fundamental arriba.
No luce mucho, no es extranjero, es lento, camina un poco encorvado y ya se le ha visto demasiado con la elástica celeste. No impacta como si fuese un recién llegado, aunque silenciosamente se esté forjando unas estadísticas muy destacables. El extraordinario rendimiento de Aspas ensombrece un poco al resto (a los que en definitiva son humanos), pero se puede decir que la banda izquierda del ataque está más que bien cubierta.
Ahora que la vacuna parece estar llegando y la vuelta a los estadios planea en el horizonte, lo primero que debería hacer el aficionado celeste cuando pise ABANCA Balaídos es ofrecer una generosa ovación al jugador andaluz. En primer lugar, por volver a “casa” cuando el equipo coqueteaba con la Segunda División, algo que nunca hay que perder de vista. En el otro, por haber sido uno de los futbolistas más importantes de los últimos 20 años del Celta.
Un hombre que en su primera etapa fue clave para transformar al club desde la pelea por no descender hasta la de los puestos europeos. Un jugador que desde la banda de Balaídos se hizo un hueco en el once titular de la selección española para la fase final de una Eurocopa. A fin de cuentas, un jugador grande.